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  • Ras Tony / Imágenes google

DIVAGANDO ENTRE BUENOS HUMOS #9: Cannabis y Turismo en Latino América

Se llena de buenos humos el ambiente, de ese denso y de fuerte olor con el que nos gusta empezar a divagar, y hoy lo haremos sumergiéndonos en una mezcla que podría ser muy interesante para la economía de muchos países: CANNABIS Y TURISMO EN LATINO AMÉRICA.


En la actualidad el turismo ha evolucionado y ha sabido adaptarse a las diversas necesidades que esta sociedad moderna demanda, vemos como hoy día se comercializan no solo productos dirigido al típico sol y playa sino también dirigidos a aquellos que buscan tener contacto directo con la vida rural, con la fauna, a los que viajan por religión, por temas médicos, cirugías plásticas, tratamientos estéticos y cómo olvidarnos de aquellos que buscan un subidón de adrenalina con la práctica de deportes y actividades de riesgo controlado; en fin, en este mundo conectado por la globalización es difícil no encontrar alguna actividad asociada con nuestros gustos en algún lugar del globo.


Viendo como el turismo es una industria tan moldeable y que deja tantos beneficios de forma directa e indirecta a las comunidades, ¿Por qué no desarrollar el turismo cannábico en latino américa? Que en cierta forma ya existe en otras latitudes como en Ámsterdam, Marruecos, USA, Jamaica entre otros; donde un número de turistas van directamente en búsqueda de catar nuevas cepas y otros tantos, sencillamente ya estando en destino se dejan llevar por el ambiente local y terminan por dar unas caladas a algún porro. Entonces si ya existe, ¿por qué no regularizarlo, desarrollarlo y maximizar los beneficios?

Cuando hablamos de desarrollar un turismo cannábico no nos referimos a que vamos a convertir nuestras ciudades en fumaderos, por el contrario, la idea es desarrollarlo de forma responsable y del cual se puedan aprovechar los beneficios que ambas actividades dejan para el crecimiento económico de las comunidades.


Se nos vienen a la cabeza una gran cantidad de ideas para conjuntar el turismo y el cannabis, pero donde principalmente creemos que puede ser una gran combinación sería en el turismo rural o agroturismo debido a las características de nuestros países. Para los que no conocen el turismo rural o el agroturismo, tiene como principal objetivo que los visitantes aprendan y compartan la faena diaria de la vida del campo, como por ejemplo la recolección y procesamiento de uvas en algún viñedo, participar en la elaboración de quesos y mantequillas, o simplemente un paseo a caballo entre el ganado.


Sabiendo esto me gustaría que nos imagináramos un Cannaturismo Rural donde los visitantes puedan ver todo el proceso de la planta, desde su germinación hasta su cosecha, donde puedan participar en la elaboración de productos artesanales o realizar una relajante caminata entre prados llenos de olorosas sativas e índicas. Esto permitiría a poblaciones rurales de bajo recursos poder mejorar su economía, incluso es de conocimiento público que existen comunidades en países latinoamericanos que se mantienen de las pocas monedas que les pagan las mafias por cultivar marihuana, entonces ¿por qué no darle la oportunidad a estos poblados de formar parte de una sociedad legalmente constituida y que sus ingresos sean equitativos a los trabajos realizados?, con el plus de no tener que temer por su libertad y mucho menos por sus vidas.

La mezcla de estas dos industrias no traería más que beneficios, veríamos crecer el número de turistas no sólo en las comunidades donde se ponga en práctica sino también en las cercanas que contenga algún punto de interés turístico ya sea cultural, natural o de algún otra índole, lo que requeriría de forma directa la creación de servicios como hospedaje, restauración, transporte, entre otros y de forma indirecta, más plazas de trabajo en las empresas encargadas de suministrar todo lo necesario para que estos servicios sean posibles.


El Cannaturismo Rural atraería a diversos tipos de turistas, llegarían visitantes amantes del cannabis (cannabicultores, usuarios lúdicos y medicinales) pero también atraería a curiosos amantes de los viajes que siempre buscan tener experiencias diferentes, a estos hay que sumarles los ya tradicionales agroturistas y además despertaría interés en las personas que realizan turismo especializado (Biólogos, botánicos, observadores de flora y fauna entre otros). Es importante destacar que la mayoría de los turistas que realizan este tipo de viaje son de un alto poder adquisitivo y que no se cortan al momento de adquirir sus paquetes turísticos, siempre y cuando se les garantice una grata experiencia innovadora o por lo menos resaltante, lo que se traduce en mayores divisas gastadas en destino que impulsarían la economía local, lo que generaría mayores ingresos a los gobiernos locales, regionales y nacionales permitiendo un crecimiento general de la economía de cualquier país latinoamericano que se atreviera a romper tabúes y poner en practica esta actividad.


El desarrollo de un Cannaturismo Rural Responsable permitiría bajar las tasas de desempleo, abrir las puertas al mundo como destino turístico ya que se aprovecharía para promocionar el resto de atractivos, mejorar la economía de agricultores sumando una actividad extra a las ya realizadas en la actualidad, mejorar las infraestructuras y servicios de las comunidades rurales para así poder atender la demanda de visitantes con mayor calidad y eficiencia, en fin, podríamos seguir enumerando beneficios pero nos tomaría muchos más que un post.


La verdad cuando nos sumergimos en este mar de pensamientos e ideas y empezamos a ver todo lo que se podría lograr con la unión del Cannabis y el turismo y todo lo que se podría desarrollar, tendríamos un Cannaturismo Medicinal, Cannaturismo de Meditación, Cannaturismo Lúdico e incluso hasta un Cannaturismo Estético y uno Sexual, llenando las arcas de comunidades y poblados que tanto lo precisan hoy día y que el actual modelo económico no se ocupa de atender.


La verdad es que hay tanto por hacer y que tristemente se están dejando de percibir beneficios por la tozudez de unos pocos en seguir manteniendo una planta con altos aportes a la ciencia y a la vida cotidiana, como un objeto altamente peligroso y donde su uso y tenencia está penado como cualquier atroz crimen.

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